Minicrónica mayamera de la cuarta edad, el “reto”…

 Minicrónica  mayamera  de la cuarta edad, “el reto” …

 

Cae un aguacero torrencial. Desde mi ventana, en un piso 23, siempre clara e iluminada, con una vista privilegiada, hoy no se ve nada, la lluvia lo tapa todo. Mi calle (Collins ave), luce inundada. Parece un río en donde los carros transitan con dificultad. Recibimos alertas de emergencia por todas partes, ¡“no salir de nuestras casas si no es estrictamente necesario”! También es miércoles, el día sagrado semanal en que nos reunimos algunos compañeros del bachillerato, todos septuagenarios, acontecidos, con muchos achaques, y todavía con resabios aventureros. Ante la alternativa de suspender nuestra actividad, se activó nuestro chat whisky@5.00 y me retrotrajo a mi infancia. Allá me encantaba estar en mi casa viendo la lluvia. El ambiente estimulaba mis fantasías. Aquí hoy, no me provocó salir y escribir esta reflexión.

 

“¿Quieren que el hombre bueno sea modesto, diligente, bienintencionado y moderado? A mí se me antoja el esclavo ideal” … F Nietzsche 

 

Me tocó más de una vez someterme a unos de los “bullyngs” más clásicos de aquellos tiempos. En medio de una cuasi pelea, ¡“a que no te quitan la pajita del hombro”! Pero el “reto” lo hacía el público, los bulliers, los jodedores, eran ellos los que ponían la pajita sobre uno y le decían al contrincante “¡a que no te atreves a quitarle la pajita del hombro!”  Ahh.. Que fácil. Y ahora me río solo. Y es que, en medio de semejante tormenta, más de uno dijo y algún otro que pensó, que, como los carteros, llueve truene o relampaguee, hay que ir al botiquín de siempre, como es costumbre todos los miércoles. El “reto”, en el contexto del bullyng en la infancia, desafía acciones que pueden ser hasta peligrosas, bajo la amenaza de la exclusión. Hoy no aplica. Pero el “reto”, en positivo, impulsa a las personas a superarse en lo personal, a romper, quién sabe, el pobre paradigma de Nietzsche. Ya llegamos a esta edad y superamos la mayoría de los retos que nos impusimos en nuestra juventud. 

 

Diría que todos, o casi todos, directa o indirectamente, hemos tenido tropiezos importantes en estos últimos tiempos. Nos queda franquear los obstáculos y por supuesto, no cometer imprudencias saliendo a la calle en medio de inundaciones y tormentas eléctricas. ¿Plantearse nuevos “retos”, más allá de tratar de pasarla bien?, tal vez para nuestros nietos, digo yo…

 

Ah, creo que privó la sensatez y se suspendió la reunión de hoy

 

Alberto Salinas, escribano

 

En Miami, miércoles 12 de junio del 2024, 6 pm y sigue lloviendo…

 


 

 

 

 

 

 


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